sábado, 20 de septiembre de 2008

La "GRAN FUGA" de Ludwig van Beethoven




Beethoven concebió su Gran fuga como sexto y último movimiento de su Cuarteto de cuerda en Si bemol mayor, op. 130, escrito en 1825, pero la longitud, la densidad, la rítmica obsesiva y la retórica casi violenta que caracterizan este finale apabullaron al público del estreno (y probablemente, también a sus ejecutantes). 

Por esta razón, el autor accedió a que su editor, N. Artaria, la publicara como pieza independiente, y un año después escribió un nuevo finale más ligero para el cuarteto. Aún hoy en día, se considera la Gran fuga una obra excesivamente difícil para el público y para los intérpretes.

Beethoven también escribió una versión de la "Gran Fuga" para piano a cuatro manos, Op. 134, con objeto de que los aficionados pudieran tocar con facilidad la obra en sus casas. Esta partitura se consideraba perdida desde 1890. Pero Heather Carbo, una bibliotecaria, la encontró por pura casualidad en el armario de un archivo del sótano de un seminario religioso en Pensilvania, Estados Unidos, en 2005.

Escrito en tinta marrón y negra, con anotaciones a lápiz y creyón rojo, el documento cautiva por sus copiosas alteraciones y correcciones, así como por una serie de borrones tan profundos que agujerearon los distintos tipos de papel usados por el compositor. Algunas páginas muestran manchas de tinta que, presumiblemente, ocurrieron cuando Beethoven pasó la manga de su camisa por la tinta aún fresca, mientras que otras fueron selladas con cera roja para ocultar los errores. El hallazgo de esta composición para piano a cuatro manos fue confirmado por la tradicional casa de subastas Sotheby's, que la exhibió en Nueva York en noviembre y la subastó en Londres el 1º de diciembre de 2005. Un comprador anónimo pagó por la partitura 1.655.685 euros. 


Un día, cuando Beethoven escribía la Gran fuga,  dijo al poeta y dramaturgo Holz "Hacer una fuga no es arte; yo he hecho docenas de ellas en mis tiempos de estudiante. Pero la imaginación reclama también sus derechos, y hoy es necesario que otro espíritu, verdaderamente poético, entre en la forma antigua".

Copying Beethoven, película dirigida por Agnieszka Holland basada en una ficción dramática centrada de los últimos años de la vida creativa del compositor Ludwig van Beethoven, comienza con la "Gran fuga".





El cuarteto "Alban Berg" grabó en vivo la integral de los cuartetos de cuerda de Beethoven.

Esta formación vienesa, fundada en 1971, ofrece una de las trayectorias más brillantes en el panorama de la música de cámara de las tres últimas décadas. Integrado por Günter Pichler (violín), Gerhard Schulz (violín), que falleció en 2005 y fue sustituido por Isabel Charisius (alumna suya), y Valentin Erben (chelo). Sin embargo, cuando cuatro músicos llevan casi un cuarto de siglo tocando juntos y uno de ellos desaparece, no resulta tan fácil continuar. Gúnter Pichler, Gerhard Schulz (violines) y Valentin Erben (violonchelo) venían notando una sensación rara, de algo que faltaba: "Fue extraño cuando Thomas murió. Queríamos continuar y él quería que continuásemos. Pero algo se rompió en nuestros corazones".

Es por eso que el Cuarteto Alban Berg ha decidido disolverse en 2008. Su último concierto tendrá lugar en el Teatro Colón de Buenos Aires (Argentina).







       "Gran fuga" de Beethoven interpretada por el cuarteto Alban Berg



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